Mediante este comando podemos "empaquetar" muchos ficheros (un árbol de directorios o árboles) en un solo fichero. Este fichero ya es más fácil de manejar, podemos comprimirlo y transferirlo a otra máquina o lugar y posteriormente recuperar los ficheros originales. La extensión normal para un fichero empaquetado con tar es .tar, que proviene de tape archive (archivo en cinta) que era el propósito primigenio, el conservar la copia en cintas en caso de desastre. Recordemos algunas cuestiones ya estudiadas sobre empaquetar y comprimir ficheros.
Para crear un fichero tar, por ejemplo de un directorio, utilizamos el comando:
tar -c -f fichero.tar directorio
Con esto creamos el fichero fichero.tar conteniendo todo lo que cuelgue del árbol que empieza en directorio. Por ejemplo,
$tar -cf home.tar /home
Estamos empaquetando (opción c) en el fichero home.tar (opción: f home.tar) el directorio /home con todo su contenido. En este caso hemos puesto las dos opciones (-c y -f) seguidas y con un solo guión por delante de ellas. Es necesario que tras la f esté el nombre del fichero que vamos a crear. Si quisiéramos restaurar el contenido del directorio usaríamos
$tar -xf home.tar
y todo el árbol de directorios guardado se restaurará en la ubicación donde estemos.
Una vez que tenemos un archivo en formato tar, normalmente lo comprimimos para que no ocupe tanto espacio. Si realizamos
$gzip home.tar
obtenemos el fichero home.tar.gz.