Los alias permiten que una cadena (normalmente un comando complejo) se sustituya por una sola palabra cuando se emplee esta como la primera palabra de una orden simple. ¿Qué conseguimos con esto? Economía de escritura, pues con sólo teclear una palabra estaremos realizando una labor más compleja con menos caracteres que teclear.
Los alias se crean y muestran con la orden alias, y se quitan con la orden unalias.
La sintaxis para definirlos es1.8:
alias [-p] [nombre[=valor] ...]
Por ejemplo, con
$ alias ll="ls -laF"
conseguimos con sólo dos caracteres (``ll'', mnemónico de Listado Largo ) realizar la misma función que con siete (ls -laF).
Para eliminar un alias utilizamos
unalias [-a] [name ... ]
$ unalias ll
elimina el alias creado anteriormente.
El shell mantiene en memoria una lista de los alias definidos que podemos visualizar con la orden alias.
Cuando se ejecuta una orden el shell mira si la primera palabra, si no está entrecomillada, tiene un alias. Si es así, la palabra se reemplaza con el texto del alias. El nombre del alias y el texto por el que se reemplaza, pueden contener cualquier entrada válida para el shell, incluyendo metacaracteres, con la excepción de que el nombre del alias no puede contener un =. La primera palabra del texto de reemplazo se comprueba también para ver si es un alias, pero si es un alias idéntico al que se está expandiendo, no se expande una segunda vez. Esto significa que uno puede poner un alias "ls" a "ls -F", por ejemplo, y bash no intenta expandir recursivamente el texto de reemplazo. Si el último carácter del valor del alias es un blanco, entonces la siguiente palabra de la orden que sigue al alias también se mira para la expansión de alias.
No hay ningún mecanismo para poder usar argumentos en el texto de reemplazo1.9.
Si queremos definir un alias de forma permanente tendremos que hacerlo en el fichero ~/.bashrc, de lo contrario se borrará de la memoria cuando salgamos del sistema.