Revisemos los conceptos de formateo de un disco y de sistema de ficheros. Lo que denominamos formatear (por ejemplo, un floppy) comprende en realidad dos procesos: el formateo de bajo nivel y la creación del sistema de ficheros.
Formatear es el proceso de escribir marcas en el medio magnético de un disco para distinguir las pistas y sectores, que posteriormente pueden ser accesibles por su localización. Para los discos duros suele venir ya de fábrica. Sobre ese disco ya formateado se pueden establecer particiones.
Crear un sistema de ficheros consiste en generar las estructuras de datos que un sistema operativo (como Linux o Windows) utiliza para contener los ficheros y directorios que usa. Se crean sobre las particiones que hayamos designado para ese sistema operativo. Puede haber, por tanto, varios sistemas de ficheros en un mismo disco (en varias particiones o secciones de él). También puede ocurrir, al menos en sistemas UNIX más recientes, que un sistema de ficheros esté montado sobre varias unidades de disco, dando lugar a lo que se llama sistemas de ficheros multivolumen2.1.
En Linux trabajamos básicamente con cuatro tipos de ficheros:
La mayoría de los sistemas de ficheros UNIX tienen una estructura parecida, lo que varía de unos a otros son los detalles de la implementación, lo que los hará más o menos eficientes.